Los tratamientos de medicina estética facial nos ayudan a embellecer y rejuvenecer zonas del rostro y del cuello con técnicas no quirúrgicas y mínimamente invasivas. Si, este verano, estás pensando en realizarte alguno de estos tratamientos, quizás tienes dudas sobre, precisamente, cuál elegir.

En The Esthetic Bar by Smile Me, en este artículo, te explicamos cuáles son los principales tratamientos estéticos que pueden ayudarte a lucir la mejor versión de ti mismo.

¿Qué tratamiento de medicina estética facial debería hacerme?

En primer lugar, los neuromoduladores, popularmente conocidos como bótox o toxina botulínica, aplicados en las patas de gallo, la frente y/o el entrecejo, nos ayudan a reducir las arrugas y las líneas de expresión de estas zonas. Además, permiten relajar la musculatura, evitando que los músculos se contraigan.

El ácido hialurónico, por su parte, es una sustancia presente de forma natural en el organismo. Cuando lo aplicamos en los surcos nasogenianos, nos ayuda a reducir estas arrugas. En los labios, además, permite su rehidratación, perfilamiento y volumen.

Las vitaminas Dermapen es un tratamiento que consiste en un lápiz con microagujas que penetran en las capas profundas de la piel. De esta manera, inyectando una serie de principios activos, conseguimos reafirmarlas y rejuvenecerla. Además, también estimula la producción natural de colágeno.

Por último, los tratamientos faciales con plasma rico en plaquetas (PRP) mejoran la apariencia de la piel, aumentando su elasticidad y luminosidad y reduciendo visiblemente las arrugas y la flaccidez.

 

¡Ven a conocer qué pide tu piel! Si necesitas más información sobre nuestros tratamientos de medicina estética facial, la Dra. Ana López Llorca puede asesorarte sobre el adecuado para tu caso.

Puedes ponerte en contacto con nosotros llamándonos a los teléfonos 916 139 852 / 650 919 900 o dejándonos tus datos en el formulario de nuestra página web.

Total Face es una opción de rejuvenecimiento facial integral sin cirugía, con tratamientos mínimamente invasivos, con los que tratamos los principales síntomas del envejecimiento: la flacidez, las arrugas y la pérdida de volumen. Así, gracias a este tratamiento, podemos mejorar la textura, el volumen, la tersura y la luminosidad de la piel.

Con el paso del tiempo, a partir de los 30 años, el rostro tiende a perder elasticidad, marcándose las primeras líneas de expresión que, años más tarde, se convierten en arrugas y flacidez. Para prevenir estas imperfecciones, en The Esthetic Bar Smile Me, la Dra. Ana López Llorca combina una serie de tratamientos y técnicas de medicina estética facial para rejuvenecer la piel de forma muy natural. En este artículo, desde nuestra clínica dental en Alcobendas, te explicamos cómo se lleva a cabo el tratamiento Total Face y para quiénes está indicado.

¿En qué consiste Total Face?

Los resultados de un tratamiento estético Total Face son similares a los de un lifting, con la diferencia de que, en este caso, no es necesario pasar por el quirófano.

En este sentido, el tratamiento consiste, por un lado, en la infiltración de rellenos intradérmicos que permiten mejorar el volumen perdido en las ojeras, los pómulos y los surcos nasolabiales. Para ello, se utiliza tanto el ácido hialurónico como la toxina botulínica. Esta última, en la frente, el entrecejo y las patas de gallo. Por otra parte, también llevamos a cabo la hidratación y el perfilado de los labios, aumentando ligeramente su volumen con ácido hialurónico.

En The Esthetic Bar, el tratamiento Total Face consta de exfoliación, un vial de toxina botulínica, dos viales de ácido hialurónico, dos sesiones con Dermapen con vitaminas y una mascarilla hidratante.

¿Para quiénes está indicado este tratamiento?

El tratamiento Total Face se adapta perfectamente a cualquier tipo de piel y está recomendado, especialmente, ante la aparición de diversos signos de la edad:

  • Pérdida de volumen en diversas zonas, como los pómulos, los pliegues nasolabiales, el mentón, etc.
  • Flacidez y presencia de arrugas y líneas de expresión.
  • Imperfecciones cutáneas superficiales.

 

¡Ven a conocer qué pide tu piel! Si necesitas más información sobre nuestros tratamientos de medicina estética facial o quieres pedirnos una cita, puedes ponerte en contacto con nosotros llamándonos a los teléfonos 916 139 852 / 650 919 900 o dejándonos tus datos en el formulario de nuestra página web.

La toxina botulínica, una neurotoxina cuya capacidad para producir cierta parálisis muscular, no solo es utilizada con fines médico-estéticos, sino también médicos, propiamente dichos. Además de ayudar a suavizar las arrugas, rejuvenecer la mirada, evitar que se formen líneas de expresión, combatir la pérdida de elasticidad y mantener la piel con un aspecto joven, ¿sabías que también podemos utilizarla en casos de bruxismo? Es decir, cuando un paciente aprieta y rechina los dientes de forma involuntaria, especialmente durante las noches.

En este artículo, desde nuestra clínica dental en Alcobendas, te explicamos en qué consiste este tratamiento y cuáles son los beneficios de la aplicación de toxina botulínica para el tratamiento del bruxismo.

¿En qué consiste este tratamiento?

Para el tratamiento del bruxismo, la aplicación de toxina botulínica se lleva a cabo, especialmente, en el músculo masetero, encargado de la masticación. De esta manera, sus resultados ayudan a su relajación, evitando que siga contrayéndose de forma excesiva.

Por otra parte, este tratamiento también permite la mejora del ensanchamiento de la zona mandibular, una situación que se produce como consecuencia de la contracción constante del músculo. Por lo tanto, además de reducir los síntomas del bruxismo, como el dolor de cabeza, cuello y mandíbula, el bloqueo de la articulación temporomandibular, etc., la toxina botulínica ayuda a tratar las consecuencias estéticas de este.

Beneficios de la aplicación de toxina botulínica para el tratamiento del bruxismo

  • Relaja el músculo masetero, especialmente cuando es hipertónico y se contrae de forma casi permanente, aliviando la tensión y mejorando el descanso.
  • Alivia los síntomas del bruxismo, las contracturas y los dolores de cabeza.
  • Tan solo es necesario llevar a cabo una sesión cada 8 o 9 meses, a excepción de la primera, que recomendamos repetir al cabo de 6.
  • Se trata de un procedimiento médico indoloro, cuyos resultados pueden experimentarse de forma positiva después de 7-10 días.
  • A nivel estético, la aplicación de toxina botulínica es compatible con otros tratamientos y permite un afinamiento del tercio facial inferior.

 

En The Esthetic Bar Smile Me, somos expertos en tratamiento de medicina estética, como la aplicación de toxina botulínica y ácido hialurónico, gracias a la experiencia de la Dra. Ana López Llorca. Si sufres bruxismo, ¡ven a una primera evaluación!

Si necesitas más información o quieres pedirnos una cita, puedes ponerte en contacto con nosotros en los teléfonos 916 139 852 / 650 919 900 o dejándonos tus datos en el formulario de nuestra página web.

 

¿Todavía crees en algunos de los falsos mitos sobre el bótox? El bótox o toxina botulínica es una neurotoxina producida de forma natural por una bacteria, capaz de provocar el botulismo. Sin embargo, su capacidad para producir cierta parálisis muscular se aprovecha con fines médicos y médico-estéticos. De esta manera, el bótox sirve para tratar ciertas enfermedades neurológicas y, en medicina estética, para suavizar las arrugas, rejuvenecer la mirada, evitar que se formen nuevas líneas de expresión, combatir la pérdida de elasticidad y mantener la piel con aspecto joven y lleno de vitalidad.

Por lo tanto, la técnica de la infiltración de toxina botulínica, en frente, entrecejo y patas de gallo, nos permite evitar la cirugía. Sus efectos son inmediatos, apenas tiene contraindicaciones y raramente produce efectos adversos, como reacciones alérgicas o rigidez facial.

En este artículo, desde nuestra clínica dental en Alcobendas, te desmentimos los cuatro mitos más frecuentes sobre el bótox. ¡Toma nota!

¿Cuáles son los principales falsos mitos sobre el bótox?

El bótox se infiltra en cantidades muy pequeñas en diversas partes del rostro – frente, entrecejo, patas de gallo – y actúa relajando la musculatura, evitando los impulsos nerviosos y la movilidad muscular excesiva. Se trata, por lo tanto, de un método seguro y eficaz para suavizar las arrugas y las líneas de expresión.

¿Sabías, sin embargo, que, a pesar de lo que muchas personas creen, la toxina botulínica es más efectiva cuando se aplica de forma preventiva? De esta manera, conseguimos resultados más naturales y retrasamos la aparición de los signos de la edad.

El bótox paraliza la expresión de la cara.

La toxina botulínica, en ningún momento, produce la parálisis de los músculos y la expresión del rostro del paciente. Por el contrario, esta sustancia relaja los músculos faciales, logrando, de esta manera, que las arrugas se atenúen. Sus resultados son muy naturales y están muy alejados de esa concepción.

El bótox es una técnica peligrosa y/o dolorosa.

La técnica consiste en la infiltración del bótox con agujas muy finas a nivel intramuscular, por lo que las molestias que puede experimentar el o la paciente son mínimas. Después de su aplicación, pueden aparecer pequeños hematomas en los puntos de infiltración, que, sin embargo, desaparecerán al cabo de unos días.

Los resultados del bótox son permanentes.

¡Los resultados no son para toda la vida! Dependiendo de la zona de aplicación del bótox, la frente, el entrecejo o las patas de gallo, los resultados pueden durar entre 4 y 6 meses.

Es un tratamiento para personas mayores.

A partir de, aproximadamente, los 30-40 años, el bótox ayuda a reducir las líneas de expresión y las primeras arrugas.

 

En The Esthetic Bar Smile Me, somos expertos en tratamientos de medicina estética, como el bótox y el ácido hialurónico, gracias al trabajo y la experiencia de la Dra. Ana López Llorca.

Si quieres mejorar el aspecto de tu rostro, puedes pedirnos una cita llamándonos a los teléfonos 91 613 98 52 / 650 919 900 o dejándonos tus datos en el formulario de nuestra página web.